Las cosas han cambiado mucho desde que Lord Kelvin y Willis Carrier dieron los primeros pasos en la invención del aire acondicionado; los sistemas de climatización han ido depurándose y mejorando sus condiciones para ofrecer el mejor servicio a los usuarios. También, de la misma forma, las condiciones socioeconómicas de muchos países han ido variando con los tiempos. Y es que, a pesar de que en algunas regiones la utilización del aire acondicionado es algo sumamente común, en otras hasta hace poco constituía una rareza o un lujo que, poco a poco, ha ido integrándose en su realidad cotidiana.
Si bien casi la mitad de los hogares en España cuentan con algún sistema de aire acondicionado (49% según el IDAE), especialmente en el área mediterránea, Estados Unidos es, sin duda, uno de los países donde su uso está más integrado. No en vano, el primer aparato de aire acondicionado se instaló en la ciudad de Minneapolis (en el estado de Minnesota) y desde entonces la situación ha evolucionado de tal manera que 3 de cada 4 hogares disponen de estos sistemas, haciendo que prácticamente el 6% de la electricidad que consumen los norteamericanos esté destinada a climatizar tanto hogares como lugares públicos y puestos de trabajo (Energy.Gov). El contraste sobresale de forma clara con todos esos países donde la normalización de estos sistemas aún está por llegar, sobre todo teniendo en cuenta que, a pesar de la variedad temperaturas que se pueden experimentar en las diferentes zonas de los EE.UU, hay lugares mucho más fríos o cálidos donde su uso todavía es marginal o inexistente.
Sin embargo, la situación está cambiando y ya se ven indicios de su integración en determinados países, en algunos de ellos un proceso que lleva ya años forjándose. Esto es la consecuencia directa de la transformación económica que muchos territorios están experimentando, lo que conlleva una mejora en el nivel de riqueza de ciertos estratos de la población. Es así como los sistemas de aire acondicionado se vuelven sinónimo de bienestar y de comodidad, y pasan a ser uno de los objetivos primordiales a la hora de sentir confort o, incluso a veces, de mermar ciertas problemáticas de la salud asociadas a las temperaturas extremas que pueden alcanzarse en zonas concretas del planeta. Con todo, se prevé que las instalaciones de sistemas de aire acondicionado se multiplicarán en estos países (y en otros) durante los próximos años.
Yendo un poco más al detalle, existen determinados países en los que la implantación de equipos de aire acondicionado ha experimentado o experimentará en los próximos años un gran y significativo aumento de estos sistemas. He aquí algunos de los ejemplos más remarcables:
China: según el Ernest Orlando Lawrence Berkeley National Laboratory, en unos 15 años el país asiático ha experimentado una inserción de estos sistemas que supera el 100%, lo cual se traduce en más de un aparato en muchos de los hogares.
México: está previsto que se pase del 15.4% actual a la significativa cifra del 70% a finales de siglo (dato publicado en PNAS, Proceedings of the National Academy of Sciences).
India: las previsiones indican que su escaso 5% de inserción se multiplicará en los próximos años debido a la evolución económica y a su clima, sumamente caluroso.
Como vemos, China es sin duda uno de los territorios en los que este fenómeno resulta más pronunciado: el número de sistemas de aire acondicionado pasó de un 8% en 1995 a un 128% en 2012. Este ejemplo no es un caso aislado, ni mucho menos: hay otros países que están experimentando procesos similares, especialmente aquellos países en vías de desarrollo: además de India y México tenemos Brasil, Tailandia e Indonesia, donde se suceden incrementos que varían entre el 10 y 15% por año. Y algo similar sucederá con el resto de países de clima predominantemente cálido, en los que tener AC equivaldrá a gozar de un buen nivel de vida; esto supondrá que a la mínima mejora de las condiciones económicas se adquieran sistemas de climatización.
Como conclusión a esta tendencia indiscutible mente al alza que se está dando en tantos países, podemos añadir una cifra muy significativa a modo de resumen: para 2030 se espera que haya en el mundo unos 700 millones de aparatos de aire acondicionado, cifra que, presumible mente no se quedará ahí, sino que seguirá aumentando. De este modo llegará un punto en que en prácticamente todos los hogares haya un sistema de estas características, ya que se considerará algo imprescindible para mantener unos niveles de confort óptimos para el día a día.
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