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EL RECICLAJE DE UNA LÁMPARA LED

Durante los últimos años se está llevando a cabo una importante labor de concienciación y sensibilización de la sociedad en torno al reciclado de residuos.

El reciclaje consiste básicamente en someter de nuevo una materia o un producto ya utilizado a un ciclo de tratamiento total o parcial para obtener una materia prima o un nuevo producto, útil a la comunidad, es decir, obtener materias primas a partir de desechos.

Reciclando contribuimos a reducir los niveles de estos desechos, logrando de forma directa materias primas que, de otro modo, necesitaríamos extraer de la naturaleza, con el coste económico y medioambiental que esto supondría.

Durante el año 2010 se recogieron casi 13 millones de lámparas para reciclaje, lo que significó 11,5% más que el año anterior.



Una importante labor de concienciación

En el caso concreto de España, los esfuerzos se están realizando desde diferentes ámbitos. Hay que tener en cuenta que en apenas 30 años, se ha producido un cambio radical en el sistema económico, pasando de un modelo básicamente agrícola a una sociedad de consumo masivo basada en el desarrollo industrial. Los residuos de este consumo se han multiplicado y su gestión ha pasado a ser una cuestión primordial si se pretende un futuro  sostenible.

Campañas institucionales, como por ejemplo la realizada por Ecovidrio, insisten en la necesidad de utilizar los diferentes contenedores habilitados para cada tipo de residuo. La legislación, por su parte, también apoya este tipo de iniciativas.

El Real Decreto 208/2005 recoge, por ejemplo, todo lo relativo a la gestión de los aparatos eléctricos y electrónicos una vez finalizada su vida útil y fija en su apartado 5 todas las bombillas y luminarias que deben ser recicladas. Entre ellas figuran las lámparas LED. Su principal objetivo es controlar la generación de residuos de este tipo de aparatos y dispositivos, para garantizar su correcta gestión ambiental una vez termine su vida útil.

Según los últimos datos de la Asociación para el Reciclaje de Lámparas (Ambilamp), durante el año 2010 se recogieron casi 13 millones de lámparas para reciclaje, lo que significó 11,5% más que el año anterior y se espera que estas cifras se sigan incrementando.

Contenedores para lámparas

A nivel doméstico existen contenedores destinados específicamente a recoger las lámparas que ya no funcionan. Estos contenedores suelen estar situados en la mayoría de puntos de distribución de lámparas, almacenes o lugares de trabajo. Están claramente señalizados y diferenciados por colores, según el tipo de bombilla para el que están concebidos. En lo que se refiere a empresas, Ambilamp tiene acuerdos con fabricantes, distribuidores y comercializadores de lámparas para gestionar el reciclaje.

Una vez recogidos y conducidos a la planta, comienza el proceso de reciclado, que consiste en la separación y aprovechamiento de cada uno de sus elementos, dándoles un uso posterior y evitando de esa manera su impacto en el entorno en forma de deshechos.

¿Para qué se utilizan las bombillas recicladas?

Los materiales se utilizan para la fabricación de otras lámparas, siempre que esto sea posible. De lo contrario, se destinan a diferentes plantas para transformación o almacenamiento.

El vidrio, por ejemplo, se destina a la industria de asfaltos y cerámicas;  el aluminio y los metales en general se reutilizan en fundiciones cementeras y el plástico se traslada a su correspondiente planta de reciclado para luego usarse en la fabricación de multitud de productos.

En el caso del mercurio de las lámparas fluorescentes y de bajo consumo (recordemos que las bombillas LED no lo incorporan), se almacena de forma segura, evitando que pueda contaminar o se destina a la fabricación de cátodos utilizados en procesos de electrolisis.

La aparición de las lámparas LED es un ejemplo de los avances que se están logrando en el camino hacia la sostenibilidad. Además del ahorro energético que ofrecen, es importante recalcar en este punto el hecho de que estas lámparas no contienen elementos contaminantes como el citado mercurio, lo cual facilita su reciclaje, permitiendo el reemplazo de los componentes individualmente y minimizando de esta manera, tanto el tamaño como la complejidad del flujo de deshechos. Todo ello deriva en una reciclado más eficaz, sencillo y mucho menos costoso.

Ledia Group está adherida a AMBILAMP. Esta asociación sin ánimo de lucro reúne a las principales empresas de iluminación con el objetivo de desarrollar un sistema de recogida y tratamiento de residuos de lámparas y luminarias.


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