Una vez nos acostumbremos al aire acondicionado para purificar el aire tenderemos a utilizarlo constantemente por su sencillez y eficacia. Como es de esperar, el mantenimiento de los dispositivos se resiente, pudiendo escaparse de nuestros conocimientos e interés personal para que esté en condiciones óptimas. No dudes en recurrir a profesionales para el mantenimiento del aire acondicionado. Podemos hacerlo incluso en la limpieza de los filtros aunque estemos acostumbrados a hacerlo, sobre todo cuando esperamos una época donde nos expondremos a alérgenos de forma habitual. Empezar la primavera con nuestras máquinas perfectamente a punto nos ayudará muchísimo en su posterior mantenimiento.
Merece la pena que prestemos siempre atención a nuestro aire acondicionado. Los beneficios para los alérgicos se expanden gracias a su control sobre la temperatura, evitando que se acumule el moho, aparezcan humedades o haya presencia de mosquitos en el ambiente. Cuando somos susceptibles a sufrir de alergia normalmente serán varios los focos posibles, actuando el aire acondicionado en todos ellos incluso aunque no nos demos cuenta. Si nuestra máquina se encuentra a pleno rendimiento no perderemos ninguna de sus ventajas en nuestro hogar, ganando en salud y tranquilidad.
¿Por qué es tan importante el mantenimiento del aire acondicionado?
El aire acondicionado y, en especial, el filtro antipolen, son los elementos esenciales para mejorar la capacidad de conducción, especialmente en conductores que sufren de alergias. Ambos deben estar en perfecto estado con el objetivo de no agravar los síntomas. El encargado de filtrar las partículas que se hallan en el exterior y que son perjudiciales para la salud es el filtro antipolen. Gracias a él, dichas partículas quedan atrapadas consiguiendo un ambiente saludable en el interior del vehículo.
Pero no hay que bajar la guardia ya que el filtro antipolen se envejece y se satura, lo que provoca que las partículas que debería retener pasen y se alojen en el evaporador (pieza que enfría el aire), creando un cultivo de gérmenes y bacterias que pueden llegar hasta las vías respiratorias de conductor y pasajeros. Para evitarlo se recomienda cambiar el filtro antipolen cada 15.000 Km o como mínimo 1 vez al año.
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